EL SECRETO DE LA EXISTENCIA HUMANA NO SÓLO ESTÁ EN VIVIR, SINO TAMBIÉN EN SABER PARA QUÉ SE VIVE

(Fiódor Dostoyevski 1821-1881)

Retrato profesional del actor Fredi Abial, fotografía de estudio realizada por Moi Fernández Acosta (Moisés Fernández Acosta)

Si estás aquí, probablemente quieras saber sobre mí, o tal vez el algoritmo de forma fortuita te jugó una buena pasada y te trajo a este rincón. En cualquier caso, te doy la bienvenida.

Dicen que uno no elige sus orígenes, pero sí lo que hace con ellos. Así que decidí convertir la curiosidad en oficio: observar, imitar, escuchar, contar y ser.

La vida quiso que naciera de una mezcla inesperada. Soy una miscelánea de ADN, con raíces dominicanas y ascendencia libanesa maronita por parte de padre, quien vino a estudiar medicina a Zaragoza y conoció, en la facultad, a una maravillosa enfermera navarra. Y así, por arte de magia, se formó esta trama actoral con un final todavía por conocer.

Aunque nací en Aragón, no tengo la cabeza tan dura. Soy un aprendiz eterno de cómo no reírme en escenas serias y, entre luces, cámaras, escenarios y algún que otro acontecimiento (en los que, admito, tropecé de verdad), adoro contar historias que conmuevan, diviertan, emocionen y, sobre todo, hagan que tú, querido espectador, te olvides por un instante de lo que sea que habita en tu mente. Con mucho esfuerzo y algo de magia, intento convertir guiones y textos en momentos inolvidables.

Canto mal, pero cocino muy bien; veo mal de lejos, aunque escucho muy bien de cerca; nado lento; sin embargo, camino muy rápido. Veo el vaso muy lleno; no obstante, sé que algún día se vaciará. Siento que hoy es un día más, pero también sé que mañana será un día menos, y cada nueva alba me levanto con la energía de un sol naciente.

Para mí, actuar es explorar lo que pasa entre palabra y palabra, entre lo que hay en medio de una sonrisa y un silencio. Es una forma de entender el mundo desde otros ojos y devolverlo con los míos.

En fin, que soy algo feo, pero simpático.

Aquí tienes mi web: un rincón donde conocerme sin necesidad de invitarme a una de mis bebidas predilectas… es decir, el café. Aunque, si lo haces… un cortado sin azúcar, por favor.  : )